Another Day In Paradise

En capítulos anteriores: os mostraba un trozo más de mi vida y compartía con vosotros unos recuerdos de verano...

Another Day In Paradise

Situación: Acabo de ver Smallville y le he grabado el capitulo a Grace, así luego le paso el dvd porque de momento solo los dan por fox. De fondo suena Lara Fabian, alucino con la voz de esta mujer.
Me he planteado escribir un par de post sobre el pasado para que los que quieran entiendan mejor el Will de hoy en día, pero creo que seria mejor explicártelas en un ambiente mas privado que no quiero ganarme según que famas ;)

Hoy he tenido un día muy normal, Grace se ha pasado por casa a recoger un par de cosas que necesitaba y he ido a comer con mis abuelos. Ir a casa de mis abuelos es toda una experiencia pero hoy más que nunca, en lugar de los dos besos de rigor la bienvenida ha sido la siguiente:

Will: Hola yaya, ¿como estas?, yaya???
Yaya: Rápido! Nos dividimos el piso, de la cocina para arriba tu busca si encuentras una carpeta negra, de la cocina para abajo lo hago yo.
Will: Pero... ¿Por que tanta prisa?
Yaya: Will, busca, no hay tiempo, luego te lo explico!

Hay que decir que la parte que me ha tocado a mi ha sido la pequeña, dos habitaciones y el recibidor, ni que decir que la carpeta aun no ha aparecido... y a todo esto mi abuelo tranquilamente sentado en el butacón leyendo la revista que le mandan cada mes desde Francia para una vejez feliz...
A las 16 Mrs Hilton y yo habíamos quedado en Diagonal, concretamente en Maria Cristina para ir a la facultad, pues bien, ella quería ir por un camino y yo por otro, y al no ponernos de acuerdo hemos acabado discutiendo por gestos, cada uno desde un lado de la carretera, yo con ella siempre acabo las discusiones igual, tu hazme caso a mi que eres rubia! ( que no tengo nada en contra de las rubias eh, que Grace en un tono mas oscuro también lo es, pero se que le fastidia)
Con Mrs Hilton hemos ido a la facultad y al salir me ha comentado que ya tiene coche, que salía de clase hacia el concesionario a probarlo y a que su padre le diese el visto bueno, es curioso que a veces no somos conscientes de todo lo que se mueve a nuestro al rededor, justo al despedirnos me he encontrado con una señora que pedía dinero, no se con que fin, pero desde luego ha tocado mi conciencia, yo a veces doy por lógico y normal que el regalo de navidad de un padre a su hija de 21 años sea un coche nuevo, cuando no es la tónica general, esta canción me viene que ni pintada.