Cariño, estoy en casa!

Por raro que parezca, esta mañana me he despertado mucho mas fresco de lo que yo suelo despertarme, no he necesitado los 40 minutos de rigor para volver al mundo de los vivos, con 20 he tenido suficiente.

Mientras en otro punto de la ciudad Mrs Hilton se preparaba para ir de compras, Grace y Gema para ir a clase y buena parte de la gente que conozco seguía durmiendo, yo he salido armado con mi mejor chaqueta y una (casi) bufanda para lidiar con el frío mañanero que pega en Barcelona y preparado para un día que, en cuantito he llegado al trabajo, me he dado cuenta que o me había dejado el optimismo en la puerta, o bien aquella mañana era un cúmulo de despropósitos extraños uno detrás de otro.

Para cuando nuestros caminos, el de Gema, Grace y Mrs Hilton, se han vuelto a unir, en la facultad hacia un solecito agradable y la chaqueta ya no sólo me sobraba, no, es que encima me hacia parecer estúpido.

Cuando Mrs Hilton y yo hemos recibido este mensaje: “Ei guapos estoy en la Facultad, en secretaría, si estáis por aquí porque no os pasáis?” Hemos flipado, ha venido el pasado a vernos, el pasado en forma de chica de 1’75 y melena negra, pero el pasado al fin y al cabo, Mrs Hilton no ha llegado a tiempo para ver a Laura, pero Gema, que no la conoce, y yo la hemos localizado peleándose con una de nuestras simpáticas secretarias.

La universidad ha sido un no parar de gente, yo que estoy acostumbrado a ir sólo con Grace, Gema y Mrs Hilton, pues se me hace un poco raro coordinar tanta gente y dadas mis dotes sociales, pues pasa lo que pasa…

Alberto: Vaya forma de dejarnos de lado!
Will: Ey que no!
Marta: que si…. Pero no pasa nada…
Will; Que no! Pero que tenía que comentarle una cosa a Mrs Hilton (donde narices estará, a todo esto)

O yo aprendo a estar en grupos más grandes de personas, o veo que acabaré mimetizando con las paredes y nadie, nadie, me saludará nunca…