Sexo y Chocolate

Creo que estoy desarrollando una obsesión, que empieza a ser preocupante, con el chocolate, no es sólo las chocolatinas que me ha enviado Star (gracias :) guapo) no es tampoco el helado de chocolate que decidí regalarme el sábado por la tarde ya que había sido un buen chico y pasé de una chaqueta, preciosa pero innecesaria, que me llamaba desde el otro lado del escaparate de mi tienda favorita, y que aun sueño con ella.

Justo el sábado por la noche había quedado con Maf para cenar en su casa y ver unas películas pero antes, como si de dos neuroticos preparandose para una invasión hicieran acopio de provisiones, nos pasamos por el super a comprar la cena.

Yo no cocino bien, yo cocino al estilo abuela Truman; sin sal, sin usar casi aceite, platos calcinados y/o congelados por dentro y mi mayor éxito culinario, como el de Mrs Truman Senior, los macarrones en su punto con poco tomate y el preparado de carne picada que nos hace la tienda de toda la vida.

Maf cocina bien, a Maf le gusta cocinar, así que no puedo decir que sea culpa suya, yo he comido lo que ella a preparado y genial, cosa que no podríais decir vosotros si yo os preparara la cena, pero por mi manifiesta incapacidad y las pocas ganas de cocinar que teníamos acabamos decidiendo, en la sección de ingredientes del mundo, que llamábamos al chino. Así que acabamos comprando sólo alguna que otra cosilla para picar:

-Trufas de chocolate con leche.

-Nutella.

-Nachos con guacamole y salsa de queso.

-Sugus.

-Un par de paquetes de chicles.

No hace falta ser muy listo para saber quien eligió qué, tampoco hace falta ser del todo rápido para tener una imagen mental mía haciéndome, uno detrás de otro, 5 bocadillos de nutella descansando solo para pillar alguna trufa.

Dicen que el chocolate es substitutivo de algo, pero no recordaba bien el qué, yo pensaba que era antidepresivo sólo, pero como tampoco es que esté triste, pues no le he dado importancia hasta que até cabos:

Escenas de sexo en la tele y Will se queda tan pancho, ni se inmuta: me pasas eso, por favor.

Después de unas semanas de fijarme en todo bicho viviente que pasaba por mi lado, ahora podría pasar a mi lado el Dios del sexo que yo diría: ala mira que perrito mas guapo hay en aquella calle!

Ya lo tengo, el chocolate el sustitutivo del sexo y yo tengo la libido por los suelos.

Bien, del mal el menos, me quedará el consuelo de que no me engordo.