a veces tengo que hacer de tripas corazón. A veces tengo que huir, porque no puedo más.

En capítulos anteriores: Will disertaba acerca de las distintas posturas en un conflicto.

A veces tengo que hacer de tripas corazón. A veces tengo que huir, porque no puedo más.

Esta noche prácticamente no he dormido, pues a las 9 de la mañana tenia un examen ( que ahora se que me ha ido mal ), estaré examinándome de esta asignatura hasta el día de mi muerte. Cuando me decidí a salir de la cama fui directo a la ducha. Al salir me veo delante del espejo como un tío desnudo, mojado, con barba de tres o cuatro días y con mas ojeras que nunca que no soy yo, me digo a mi mismo, mira ese eres tu! me preocupo y decido que al menos fuese bien o mal el examen, iría guapo a la universidad, me arreglo y me doy cuenta que se me hace tarde, salgo corriendo y cojo un taxi.

Le envió un sms a Grace :

Will: No he dormido, odio el examen, me ha salido un sarpullido de los nervios y mi pelo es un horror.
Grace: Me costo dormirme, a ver que tal nos va el examen, mi pelo esta genial.


Una vez en el taxi el tío me da la vuelta mas larga que existe de mi casa a Diagonal pero no me importa... mientras, voy mirando como la ciudad se despierta. Pasamos por las Corts y me dan tentaciones de irme a tomar un café con mi tía ( que vive allí ) y olvidarme de todo el asunto del examen, pasamos por delante de casa de mis abuelos y veo como todas las chicas del servicio están entrando en ese momento al edificio y me pregunto que tal se cobrara por si me falla lo de derecho. Pasamos por Av. Madrid y subimos hacia el Princesa Sofía, en el camino solo puedo ver un edificio de los de la caixa y me empiezo a preocupar pensando en que si habría pasado algo mientras yo intentaba dormir, luego pienso que quizás siempre solo ha habido uno y que me estoy volviendo loco, hasta que por fin veo a los dos edificios en el horizonte, en el mismo lugar que siempre han estado y me tranquilizo. Llegamos al princesa Sofía ( por cierto que feo es ) y me pregunto como Sofía dejo que le pusieran su nombre a semejante edificio