Put your brave face on

¿Por que siempre andas con la cabeza agachada? Pareces un corderito! Sube la cara hombre!

Llevo toda la mañana pidiendo disculpas, si, resulta que ayer, mientras veía un concierto en la tele, las llamadas fueron continuas y fiel a mi manera de llevar las cosas, estoy rallado-me pongo borde-ay lo siento mucho-y lo peor es que luego me sabe fatal.

Empiezo a saber que es lo que me pasa exactamente, no es algo en concreto no, es que simplemente desde hace tres años, justo antes de empezar la carrera, no hay nada que me haya provocado ilusión, es decir, no hay nada que realmente me haya motivado y me siento realmente frustrado.

Para calmar esa sensación, se me han ocurrido un par de cosas.

De Diciembre a Febrero tendré vacaciones, todos los exámenes ya estarán hechos y el periodo entre exámenes y clase de nuevo este año será de casi dos meses, tengo varias opciones:

Hacer un viaje: Podría volver a ser Madrid y la razón está clara: quizás sea el primer viaje que haga solo, o casi solo, para empezar a superar miedos y al menos es una ciudad que ya conozco y tengo familia allí en caso de urgencia médica, no os riáis, que a mi esas cosas me pasan mucho..

En contra: Estar casi solo allí y tener que buscarme el hotel que no sea muy caro, que luego vienen las vacaciones de semana santa y Verano.

Hacerme un tatuaje: llevo tiempo barajando la idea, me haría gracia algo pequeñito a la altura de la cadera.

Problema 1: mi padre me mata.

Problema 2: me dan pavor las agujas.

Problema 3: yo no tengo cadera, tengo dos huesos que sobresalen con muy poquita chicha.

Y bajaba yo Gran vía Carlos III de camino a casa, que hoy los autobuses no funcionan... pensando todo esto hasta que he vuelto a meter la pata, si señores, dentro del universo Will, mi vida siempre esta que pende de un hilo:

Llego a casa de mis abuelos, cojo el ascensor, se cierra la puerta a mi paso, hasta aquí todo normal si, el problema ha venido cuando he picado al piso y noto que me tiran un poquito del cuello, me giro rápido y veo que la bufanda, que gracias a dios no llevaba atada, corría cuello abajo pues una de las puntas se había enganchado en la puerta y se me escurría mientras yo ponía cara de idiota....

Al final la he podido recuperar, que me veía diciéndole a mi abuela: si alguna vez encontráis una bufanda roja y muy larga esto... ehem, es mía, no preguntes...

Pensamientos en voz alta mientras pasa la clase: