Las cartas que nunca envío

En capítulos anteriores: ay akroon! ¿sin luz? Dime que no es cosa de la xarxa electrica catalana...

Las cartas que nunca envío

A veces, una carta puede ser para alguien, y otras simplemente para todos y para nadie, esta es del segundo tipo:

Podría decirte que no me pasa nunca, pero si, estas cosas me pasan, acostumbro a meterme en líos tontos yo solito (y muchas veces, implico a los demás) líos que con alguna palabra, acción u omisión se hubieran solucionado desde la raíz, que según mi abuela, es como se tienen que solucionar las cosas.

También sabes que me cuesta ser cariñoso, que no me sale dar abrazos y besos constantemente, que soy más de demostrar las cosas con actos, actos que por otro lado, no tratan de demostrar nada más allá de lo que en ese momento siento.

Tu que me conoces, te cuesta entender que a veces me pierdo más por intentar que todo salga bien para los otros que no en buscar una solución para mi, quizás se deba a que con el tiempo me cuesta mas y mas expresar lo que quiero y lo que siento en ese momento.... si, lo sé, estoy trabajando en ello.

Te confundo, a veces no sabes si esa inocencia en mí es algo estudiado o algo que me sale natural, te confunde como a veces me puedo ilusionar por un chocolatina y preguntar mil cosas de todo, el eterno por que de los niños, y otras parezco alguien orgulloso y resabiado, es una batalla que tienes entre esa persona que adoras y la otra a quien odias, me preguntas donde estoy yo realmente...

Cuando te digo que en realidad es un poco de todo, que conmigo lo que hay, es lo que ves, te pareces reafirmar en la idea de que yo no se mentir, esa es la realidad, nunca se me ha dado bien mentir o fingir, se me nota todo en la cara y reconoce que a veces te gusta hacerme rabiar porque sabes que me pico enseguida.

Te cuesta entender que a veces me vea ligado a los sentimientos de los demás hasta tal punto que me afecte a mi personalmente, sabes que es muy fácil desilusionarme con algo o que simplemente, si a quien tengo al lado le da por llorar me salga una empatía natural que a veces te resulta molesta. He intentado convencerme de que hay cosas que tengo que cambiar, pero cada vez veo mas claro que lo que antes me parecía malo, empieza a parecerme bueno y lo cierto es que cada vez mas me gusta quien soy.

Se que tengo suerte, y por eso me gusta reírme de todo, intentando quitar hierro al asunto, en parte para compensar estas ultimas semanas en las que se me estaba agriando el carácter, que yo no era así y que definitivamente algo pasaba.

Yo lo ocultaba tras historias y excusas que a ti te sonaban a chino, si bien es cierto que algo pasaba, pero también es cierto que he encontrado la forma de solucionarlo y que tal y como intento que se de habitualmente, la vida vuelve a ser maravillosa y yo ya no estoy borde :)